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"Triologie el Gesto, 3x130x150/160cm, aceite/ tela, 2014"
In & Out - sobre las paradojas en la obra de Anke Schima
Las obras de Anka Schima provocan un oscilar permanente entre el poder integrarse en los cuadros y el efecto contrario de sentirse excluido de estos mundos pictóricos que a menudo parecen surrealistas. Es como si primero te atraen para luego deshacerse de tí. Las figuras y los objetos parecen estar cargados de simbolismo, para en el siguiente instante desviarse hacía lo abstracto. Aunque tampoco es es que las cosas se solapen de forma caótica o que no haya ni arriba ni abajo. Por el contrario, uno tiene la sensación que las figuras quieren expresar algo con sus gestos, como si hubiese algo destilado en ellos. Pero cuando se mira con más atención se ve que las caras están vacías, las proporciones no son coherentes y los colores rompen los patrones, se borran los límites entre los espacios interiores y exteriores.
En la Triologie der Gesten (2014) (Triología de los gestos) el espacio sólo consiste de un saliente rococoso ante un fondo negro. En cada uno de estos tres cuadros hay una persona de pie que muestra un gesto: o aprieta los brazos hacia su cuerpo, alza los brazos hacia el cielo o forma un semicírculo. Aunque estos gestos llenen todo el espacio, no hay nada heróico en las figuras. Sus rasgos faciales parecen forzados, sus proporciones son disonantes. En vez de estar conectados con la naturaleza, como bien se conoce en otros pintores simbolistas como Ferdinand Hodler, se acercan al abismo hacía la nada. Meramente una señal de salida de emergencia brilla en verde y amarillo por encima de las figuras. Un mensaje paradójico: acaso hay una salida aquí? O se enfatiza la desesperación y la falta de salida?
La contradicción del cuadro evoca plenamente la descripción de los cuadros de Francis Bacon por Gilles Deleuze, que enfatiza que Bacon consigue crear una zona en la cual distintos movimientos y fuerzas colisionan: lo figurativo y lo abstracto, lo claro y lo oscuro, la superficie de color y las lineas o bien los contornos. Habla de los cuadros de Bacon como un campo operativo, un realismo de la deformación, y define el por qué de la pintura "como un intento […] de hacer visibles la fuerzas que no son visibles." Anke Schima misma dice de sus cuadros que tratan de "demostrar las cosas que en el mundo real no son visibles. Entre las fantasías visuales y las emociones. La palabra "fuerzas" es una descripción adecuada."
Aunque en los cuadros las distintas fuerzas se enfrentan, algunas de las escenas representadas parecen sosegadas. Se trata de situaciones que fueron congeladas en un momento determinado. Los protagonistas no pueden escapar de ellas. Tampoco hay ningún tipo de unión entre las figuras, aunque están colocadas en una relación recíproca. Muchos ni siquiera tienen cara y no pueden comunicarse, aunque si que transmiten un mensaje. Una situación paradójica.
La cualidad multifacética de la situación también se refleja en la forma de trabajar. La pintura se aplica en diversas capas mediante la técnica de la veladura, a cuyo efecto los cuadros se han vuelto cada vez más densos durante los últimos años. Son menos transparentes que las obras anteriores. Al mismo tiempo la pincelada se ha vuelto más precisa y los colores más nítidos.
En la pieza de video "Fluxus II" del año 2012 Anke Schima demuestra el largo proceso de sobrepintar/ borrar y rehacer. En ocho minutos ha enhebrado 1623 imágenes sueltas del mismo cuadro en distintas fases. Al final el lienzo se vuelve a pintar de blanco. El cuadro desaparece. La artista ha vuelto a tomarnos el pelo.
Dr. Anna-Lena Wenzel,
Traducido del alemán al castellano por Christoph Spinzig
1 Deleuze, Gilles: Francis Bacon. Logik der Sensation. München 1995, S. 39
2 De una entrevista por mail con la artista, 11.04.2016
Las obras de Anka Schima provocan un oscilar permanente entre el poder integrarse en los cuadros y el efecto contrario de sentirse excluido de estos mundos pictóricos que a menudo parecen surrealistas. Es como si primero te atraen para luego deshacerse de tí. Las figuras y los objetos parecen estar cargados de simbolismo, para en el siguiente instante desviarse hacía lo abstracto. Aunque tampoco es es que las cosas se solapen de forma caótica o que no haya ni arriba ni abajo. Por el contrario, uno tiene la sensación que las figuras quieren expresar algo con sus gestos, como si hubiese algo destilado en ellos. Pero cuando se mira con más atención se ve que las caras están vacías, las proporciones no son coherentes y los colores rompen los patrones, se borran los límites entre los espacios interiores y exteriores.
En la Triologie der Gesten (2014) (Triología de los gestos) el espacio sólo consiste de un saliente rococoso ante un fondo negro. En cada uno de estos tres cuadros hay una persona de pie que muestra un gesto: o aprieta los brazos hacia su cuerpo, alza los brazos hacia el cielo o forma un semicírculo. Aunque estos gestos llenen todo el espacio, no hay nada heróico en las figuras. Sus rasgos faciales parecen forzados, sus proporciones son disonantes. En vez de estar conectados con la naturaleza, como bien se conoce en otros pintores simbolistas como Ferdinand Hodler, se acercan al abismo hacía la nada. Meramente una señal de salida de emergencia brilla en verde y amarillo por encima de las figuras. Un mensaje paradójico: acaso hay una salida aquí? O se enfatiza la desesperación y la falta de salida?
La contradicción del cuadro evoca plenamente la descripción de los cuadros de Francis Bacon por Gilles Deleuze, que enfatiza que Bacon consigue crear una zona en la cual distintos movimientos y fuerzas colisionan: lo figurativo y lo abstracto, lo claro y lo oscuro, la superficie de color y las lineas o bien los contornos. Habla de los cuadros de Bacon como un campo operativo, un realismo de la deformación, y define el por qué de la pintura "como un intento […] de hacer visibles la fuerzas que no son visibles." Anke Schima misma dice de sus cuadros que tratan de "demostrar las cosas que en el mundo real no son visibles. Entre las fantasías visuales y las emociones. La palabra "fuerzas" es una descripción adecuada."
Aunque en los cuadros las distintas fuerzas se enfrentan, algunas de las escenas representadas parecen sosegadas. Se trata de situaciones que fueron congeladas en un momento determinado. Los protagonistas no pueden escapar de ellas. Tampoco hay ningún tipo de unión entre las figuras, aunque están colocadas en una relación recíproca. Muchos ni siquiera tienen cara y no pueden comunicarse, aunque si que transmiten un mensaje. Una situación paradójica.
La cualidad multifacética de la situación también se refleja en la forma de trabajar. La pintura se aplica en diversas capas mediante la técnica de la veladura, a cuyo efecto los cuadros se han vuelto cada vez más densos durante los últimos años. Son menos transparentes que las obras anteriores. Al mismo tiempo la pincelada se ha vuelto más precisa y los colores más nítidos.
En la pieza de video "Fluxus II" del año 2012 Anke Schima demuestra el largo proceso de sobrepintar/ borrar y rehacer. En ocho minutos ha enhebrado 1623 imágenes sueltas del mismo cuadro en distintas fases. Al final el lienzo se vuelve a pintar de blanco. El cuadro desaparece. La artista ha vuelto a tomarnos el pelo.
Dr. Anna-Lena Wenzel,
Traducido del alemán al castellano por Christoph Spinzig
1 Deleuze, Gilles: Francis Bacon. Logik der Sensation. München 1995, S. 39
2 De una entrevista por mail con la artista, 11.04.2016